Entre los lagos más importantes de México se encuentra el de Chapala con una cuenca de 1 116 kilómetros cuadrados.
Río Bravo o Grande del Norte
Tiene una longitud de 3,034 km, y sirve como límite con Estados Unidos. Otros ríos en esta vertiente son el Usumacinta, que sirve como límite con Guatemala; el Grijalva, quizá el más caudaloso del país, y el Pánuco, a cuya cuenca pertenece el Valle de México.
En el Pacífico desembocan los ríos Lerma y Balsas, de vital importancia para las ciudades de las tierras altas de México; los ríos Sonora, Fuerte, Mayo y Yaqui, que sostienen la próspera agricultura del noroeste del país, y el Colorado, compartido con Estados Unidos. Los ríos interiores, es decir, aquellos que no desembocan en el mar, suelen ser cortos y con caudal escaso. Destacan el río Casas Grandes en Chihuahua, y el Nazas, en Durango. La mayor parte de los ríos de México tienen poco caudal y son casi todos ellos innavegables.
Los lagos son depresiones de la tierra firme ocupadas por agua. Las lagunas son cuerpos de agua contiguos al océano, muchas veces es agua marina que quedó aislada parcial o totalmente. El término laguna es de uso internacional. En lengua española, sin embargo, el uso de los dos es confuso y en México se aplica más el segundo, lo mismo para los cuerpos de agua del altiplano que para los de la costa.
Antiguas culturas mexicanas como Cuicuilco y Teotihuacán florecieron en las márgenes de los lagos y, en los islotes, como Tenochtitlán, que con el tiempo se convertiría en una de las ciudades más grande del mundo. Hace apenas 200 años, los lagos mexicanos se explicaban por el diluvio universal, concepto que fue desechado en las primeras décadas del siglo XX debido al desarrollo de la geología, con A. Humbold entre otros autores.
Las depresiones cerradas en la tierra firme son incontables y se convierten en lagos cuando hay agua suficiente y condiciones del subsuelo que impiden la infiltración total. De acuerdo con los procesos que dan origen a las cuencas lacustres éstas pueden ser de varios tipos.
Los lagos de depresiones tectónicas son de muy diversas magnitudes, pero entre ellos se encuentran los más profundos del Planeta, los que ocupan fosas tipo rift (Tangañica y Baikal, los principales).
Hay dos tipos de lagos relacionados con glaciares. Los primeros se disponen en muchas regiones de la zonas marginales de los hielos. Los segundos se formaron al final de la última glaciación: miles de pequeñas depresiones fueron rellenadas por el agua de deshielo. Son bien conocidos en Finlandia, Canadá, la ex Unión Soviética y otros países.
Los lagos volcánicos se forman en los cráteres de los grandes edificios volcánicos como el Nevado de Toluca. Surgen también por el escurrimiento de lavas que cierran el curso de los arroyos, como los de Zempoala, en los límites de los estados de México y Morelos. De mayores dimensiones son aquellos encerrados por cadenas de volcanes, como Cuitzeo, Pátzcuaro y los de la cuenca de México.
Los lagos de las planicies aluviales se producen durante las crecidas de los grandes ríos. Hacia los lados pueden inundar varios kilómetros de tierra. Al volver el agua al cauce normal permanecen algunos cuerpos aislados.
Los lagos kársticos son comunes en las depresiones del tipo de las dolinas (los cenotes de Yucatán y Montebello en Chiapas y en otras formas mayores.
Hay lagos que se forman por derrumbes en las altas montañas que crean una verdadera cortina que encierra las aguas, constituyendo represas. Un caso notable al respecto es el lago (o laguna) de Metztitlán en el estado de Hidalgo, formado en el periodo cuaternario por un gigantesco derrumbe que rellenó un cañón estrecho y profundo, de aproximadamente 350 metros, de manera que el río montañoso de unos metros de ancho se transformó en un lago de incluso más de 2 km de anchura y longitud que llegaba a alcanzar, durante las crecidas, algo más de 10 km. Obras de ingeniería hechas hace más de 50 años regulan el nivel del lago.
Lagos artificiales son las presas como Tequesquitengo, Mor. y Valle de Bravo, Edo. de Mex.
Los lagos de los desiertos son cuerpos aislados: los oasis y los de las cuencas cerradas, son del tipo de los bolsones. Lagos son también los cuerpos de agua del interior del continente que se forman al aislarse una porción del océano. Así surgieron el Caspio, el Aral y el Azov.
Los principales lagos y lagunas de México son: Guzmán, Santa María y Palos, en Chihuahua; Parras en Coahuila; Santa Ana en Tabasco; Laguna de Términos en Campeche; Chapala entre Jalisco y Michoacán; Pátzcuaro en este último Estado, y Zumpango, San Cristóbal, Xaltocán, Texcoco, Xochimilco y Chalco, en el Valle de México.
Lagos importantes
México alberga numerosos lagos y lagunas en su territorio, pero de tamaño modesto. El más importante cuerpo interior de agua es el lago de Chapala, en Jalisco, y que a causa de la sobreexplotación está en riesgo de desaparecer. Otros lagos importantes son el de Pátzcuaro, el Zirahuén y el Cuitzeo, todos ellos en Michoacán. Además, la construcción de presas ha propiciado la formación de lagos artificiales, como el de las Mil Islas, en Oaxaca.